BlackToro pone la mira en Perú y Colombia y se acerca al mercado chileno
Hablando de sus objetivos en América Latina, el presidente de la boutique de gestión patrimonial BlackTORO Global Wealth Management, Gabriel Ruiz, quiere que el público latino los tenga “dentro de sus opciones”. Basada en Miami y con presencia en Argentina, México y Chile, un país donde realizaron recientemente su primer evento, ahora están buscando socios para captar nuevos mercados. Y la mira está puesta en Perú y Colombia, además de clientes venezolanos residentes en EE.UU.
Anclada en una RIA, la firma entrega servicios de asesoría a clientes latinoamericanos que quieren invertir en activos globales, ya sea residentes de sus países de origen o de Estados Unidos. El modelo que utilizan es utilizar BlackToro como plataforma offshore y establecer alianzas estratégicas en las plazas latinoamericanas, explica el ejecutivo en entrevista con Funds Society. El objetivo, recalca, no es abrir oficinas propias en la región.
“Ya hay suficientes y extraordinarios buenos jugadores en mercados domésticos en Latinoamérica. Lo que nos parece que podemos ser es muy buenos partners complementarios para esos jugadores», indica, como corredoras de bolsa y bancos que no tienen desarrolladas sus capacidades de asesoría offshore.
Luego de firmar este año un acuerdo con SORO Wealth, una firma de gestión patrimonial basada en Monterrey, México, actualmente están buscando socios estratégicos en Perú y Colombia. Ya están sondeando ambos mercados, sosteniendo reuniones con partes interesadas.
Dinámicas locales
En Perú, Ruiz indica que el mercado local puede ser un buen calce para este sistema, con firmas que se podrían beneficiar de una ventana a las inversiones globales, al igual que las firmas de Colombia.
En Venezuela también ven una oportunidad, pero no en el frente local. “Es un poquito más complicado, obviamente, en el mercado doméstico, pero la colectividad venezolana que vive desde hace 20 años en el sur de Florida es enorme”, explica, con una variedad de clientes empresarios establecidos, pero que cuentan con una “raíz latina”.
Con todo, Ruiz ya tiene la meta trazada en el horizonte: “Queremos convertirnos en una boutique de wealth management que esté por lo menos en el top tres”.
La lógica latinoamericana
No todos los inversionistas son iguales, con los distintos contextos influenciando la toma de decisiones. En ese sentido, el presidente de BlackToro recalca la importancia de entender la lógica de los clientes. “No todos los productos, estrategias de inversión y portafolios están pensados para la idiosincracia de los latinoamericanos”, comenta.
Distintos productos financieros están enfocados en la forma de pensar de los inversionistas estadounidenses y europeos, explica, que tienen bajas tasas de desempleo y riesgos institucionales para sus negocios.
“El rol que juega el ahorro para un latinoamericano no es el mismo que el que juega para un americano. Por eso el americano es mucho más tomador de riesgo de volatilidad”, acota. Como los latinoamericanos sienten más volatilidad en sus fuentes de ingresos y patrimonio, así que consideran sus ahorros como un ancla.
Acercándose a Chile
La firma ya cuenta con clientes chilenos, apoyándose en su socio estratégico en el país andino: el estudio jurídico Bruzzone & González, un bufete de abogados especializado en temas corporativos, tributarios y contables. Con esto, describe Ruiz, tienen apoyo con conocimiento local de la estructuración necesaria en torno a las inversiones offshore.
“Queremos ser percibidos por el inversor affluent como una buena opción a la hora de decidir con quién se quiere asesorar para invertir en los mercados globales”, indica el presidente de la boutique.
Estrechado lazos, la firma celebró su primer evento en Santiago, en uno de los salones del hotel Ritz-Carlton, ubicado en la comuna de Las Condes. La instancia contó con presentaciones de Ruiz y el economista jefe de BlackToro, Fernando Marengo.
El invitado esteral del seminario fue el economista Vittorio Corbo, expresidente del Banco Central de Chile, quien describió un país que, con desafíos como la inversión y el crecimiento, no cuenta con mayores problemas macroeconómicos. Con un crecimiento de tendencia estimado en 1,8% anual para el período 2025-2034, hizo un llamado a “trabajar para que eso se revierta”. Además, pidió: “No vendamos barato a Chile”, destacando su solidez institucional, macroeconómica y financiera.
Posteriormente se sumó el abogado Osiel González, socio de Bruzzone & González, abordando temas relacionados con la jurisdicción, protección patrimonial y eficiencia tributaria.